The waves and I*

Hay días que te levantas con las emociones revolucionadas. Los sentimientos se estrellan unos contra otros en tu pecho con tanta violencia que temes por tus costillas. Entre gritos piensas “saldrá algo bueno de esto, seguro que me crecen las tetas de tanta explosión y podré irme al puerto”. Pero no. Tienes las mismas tetas de siempre y el puerto ya no existe.


Olvidarme de los barcos es lo más duro que he hecho en mi vida. Tanto que he tenido que inventarme otra porque en la mía verdadera no era capaz de conseguirlo. Ahora soy yo sin desastres alrededor, sin incertidumbre que me coma las uñas y sin mar que me ahogue. Debería estar contenta porque todo el mundo sabe lo que les hacen los marineros a las putas como yo, pero no puedo evitar echar de menos mis fantasías. Y lloro. Lloro mucho y cada dia. Lloro para lamerme las lágrimas y que la sal me fosilice por dentro. Lloro por mi nuevo yo y su vida vacía de sueños.