Guiones (III)

-Un día de éstos te vas a matar.

Ella le miró y echó una carcajada que se fundía con el estruendo de la música y la cascada de la ducha.

-De algo hay que morir, ¿no crees?- y su sonrillisa de niña traviesa flotándole en la cara.

Se dio la vuelta y alzó los brazos. El agua caía por su cintura y salía disparada en millones de gotas al ir y venir de sus caderas. La sinuosidad del movimiento de su espalda invitaba a reptar o a raptarla. Todavía no lo había decidido.

-Verás como vengan los vecinos…

Se sentó en la taza del váter y sacó un cigarrillo con la fascinación supurándole los ojos.

3 comentarios:

  1. en esa frase "de algo hay que morir" hay por un lado una derrota y por otro unas ganas enormes de seguir luchando..

    vivir, al final, debe ser aceptar las consecuencias de lo que uno hace.

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  2. La imagen esta perfecta...
    Buen post. Abrazos

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  3. A raptarla. Estoy convencido.
    Un beso travieso.

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