Sin aire

Mis pulmones se han convertido en esponjas de mar y ahora no puedo respirar.Ya no huelo la lluvia de mediodía ni las galletas del horno ni las pastillas de jabón. Vivo envasada al vacío con la nariz en huelga y la ingravidez de la hipoxia cosida al estómago desde que te conocí.

Menos mal que a ti el tuétano se te ha transformado en grumos de oxígeno y que a mí no me importa en absoluto roerte los huesos. Uno a uno.

Doscientos seis nos pueden dar la eternidad, ¿no te parece?

16 comentarios:

  1. Anatómico e ingrávido. Seguiré leyendo más.
    Un canto de ballena :)

    ResponderEliminar
  2. Querida, creo que has cogido la gripe. En el mejor de los casos.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, bellísima, por tus felicitaciones el día de mi cumpleaños.

    Siente un abrazo INMENSO :)

    ResponderEliminar
  4. A veces, justo cuando nos quedamos sin aire, es cuando nos sentimos más vivos.

    Números mágicos.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Yo tambien roería un par de huesos gratuitamente y sin esfuerzo:)
    bonitobonito

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Hola Salomé un gusto encontrarte por este camino inhóspito que nos condena al vacío más vacío que la nada que es internet.
    Sigo tus huellas aquí, en el vacío.

    A bientôt!

    Carlotta

    ResponderEliminar
  8. Creo que hoy me he vuelto a enamorar ;))

    Besos bonitos

    ResponderEliminar
  9. cuidado al morder que alguno de esos 206 huesos puede ser de titanio, la cirugía hace milagros hoy en día...

    ResponderEliminar
  10. Pues hay que respirar a pleno pulmón... como se se acabara el aire...

    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar

Si te gustan los interrogatorios con palomitas haz click aquí