-¿Una copa?
-Un chupito
Media hora después iban de la mano. Ella caminaba descalza y soltaba carcajadas a todo pulmón. Él evitaba las calles iluminadas y escuchaba el eco de su risa.
-¿Por qué te ríes?
-Porque las mejores noches se cuentan por tequilas y nos hemos bebido una botella entera.
-
No llegaron a su destino. Les bastó el portal y el salero que ella guardaba en el bolsillo.
A mí el tequila no me gusta (prefiero un buen lingotazo de vodka)
ResponderEliminar:)
el final es alucinante!
ResponderEliminarno me gusta el tequila... quizás eso explique muchas cosas...
ResponderEliminarme encanta :)
ResponderEliminarhmmm...
ResponderEliminarme gusta la mezcla.
La mitad de las veces sobra con lo que llevamos en los bolsillos...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
- ¿Quien me besa eres tú, o es el tequila?
ResponderEliminar- Creo que el tequila.
- Entonces, tengo que irme.
Un beso en las sombras.
¿Sabes? Me identifico con la chica del tequila.
ResponderEliminarTiene encanto tu forma de escribir, chica :)
Seguro que salero tiene hasta por la suela de los zapatos.
ResponderEliminarUn beso, bonita :)