De camino a Las Vegas

Vives con la incertidumbre de si me volveré loca de una vez y por todas y para siempre. Vives con una bala entre ceja y ceja desde la última vez que decidí volarte los sesos para meterme en tu cabeza. Vives con los labios calcinados a causa de mis arrebatos bonzos de los días impares. Pero vives. Y eso es más de lo que diría el resto. Y hasta puedes hablar. Aunque las únicas palabras que pronuncies sean “te quiero” y “puta”. No en ese orden. Y no siempre.

Pero reconócelo, tú eres el que gana de todo esto.

Yo… Yo, en cambio, estoy muerta hasta la putrefacción.

Dormito en el lado más pequeño de la cama mientras espero a que decidas abrirme las piernas y despertarme. Me abro los arañazos del cuerpo sólo para recordarte. Incluso me hago unos nuevos para revivirte. Ahí. Donde tanto nos gusta a los dos. Entre los muslos y muy adentro. Hasta la garganta.

Pero ya está. Ya puedes respirar tranquilo. Ya ha sucedido. Ya no hay vuelta atrás ni salida de emergencia. Ya he perdido la cabeza, el corazón y las bragas. Por ti. Y para siempre.

Así que ahora ven y desnúdame. Quiero lamer la cordura por última vez. Será mi despedida del mundo.

Because I'm crazy, baby, 
I need you to come here and save me. 
I'm your little harlot, starlet
singing in the garden. 
Kiss me on my open mouth. 

6 comentarios:

  1. Acabas de alterar mi ritmo respiratorio.
    Que sea lo que tenga que ser.

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    Respuestas
    1. El fan acosador que todo blog que se precie debe tener.23 de febrero de 2012, 1:44

      No odie usted tanto, que luego da dolor de cabeza.
      Me da que me voy en marzo a Londres a despejarme. Ahora sí tienes una razón para odiarme.

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  2. De nuevo por tu casa, disfrutando de las cosas que nos dejas... Siempre un placer.

    Saludos y un abrazo.

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  3. Brilla por desgarrador, desgarra por brillante.

    Salud-os.

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  4. "Vives con una bala entre ceja y ceja desde la última vez que decidí volarte los sesos para meterme en tu cabeza." Creo que todo el texto en sí mismo es genial, pero ese fragmento se lleva la palma sin lugar a dudas. No podría gustarme más.

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