Las veo abrazándome todo el cuerpo. Escondiéndose en cada uno de mis pliegues. Dibujando carreteras que luego transitas a medianoche. Borracho y sin cinturón de seguridad. Con el cuenta kilómetros echando humo. Con los frenos desgastados. En circuito cerrado.
Siento como se dilatan y se contraen al ritmo de tus caderas. Como intentan estirarse para atarte a la cama y que no te vayas nunca. Como se desesperan por no conseguirlo. Como se encogen avergonzadas en su estupidez.
Creer que te encontraría y te quedarías es como creer que dios existe y no es cruel.
Menuda chorrada, ¿no crees?
Ojo, es jodido comentar cosas como ésta. Yo ya no sé qué decir, la verdad.
ResponderEliminarEs una chorrada, sí.
ResponderEliminar... Pero siempre volvemos a picar.
Un beso.