Me dosifico las verdades a una por día. Que las verdades cortan y yo soy extremadamente peligrosa con los cuchillos y las distancias cortas. Así que suelto una verdad al día y el resto las doblo y las guardo debajo de la almohada que es donde mejor se pierden las cosas.
(Todo el mundo sabe que entre mis sábanas hay millones de sentimientos/descuartizamientos/pensamientos
extraviados que cansados de que nunca los buscara se fueron de paseo con los monstruos que viven debajo de mi cama.)
Y mi verdad del día ha sido decirle al cartero que no había nadie en casa.
* Título de la fotografía
me ha encantado.
ResponderEliminar(***)
besoabrazo,
g.
toc, toc
ResponderEliminarme alegra verte de vuelta (:
:***
Coño, me ha encantadoooooooooooooooooooo
ResponderEliminarTe he echado de menos bella. Que bien que regresas ;)
ResponderEliminarPequeñas dosis, todo aquello que se desborda acaba haciendo pupa.
Beso de reencuentro
ayyyyy
ResponderEliminarY el mentirse a uno mismo, eso es algo que también hay que racionar...
ResponderEliminarLos pliegues de las sábanas guardan secretos inconfesables.
ResponderEliminarUn saludo.
A mí me gusta ese desastre.
ResponderEliminarLas sábanas blancas siempre son mentira
ResponderEliminarEs duro vivir debajo de la cama. Te lo digo yo, que soy un monstruo...
ResponderEliminarBesos sin miedo a cortarse.
Hacía mucho que no veía "descuartizamientos" tan bien usado. Me encanta.
ResponderEliminaruna verdad al día es un buen comienzo para alcanzar la verdad abosluta..
ResponderEliminaro quizás no, pero es buen comienzo, eso seguro..
!
ResponderEliminarahora entiendo mis heridas... y la perdida de emociones durante el sueño.
ResponderEliminarun abrazo
Tremendamente cierto. Muy buen blog, te sigo :)
ResponderEliminarA mí me pasa que a veces no distingo la verdad... Es tan subjetiva...
ResponderEliminarBesitos!
La sorpresa fue, que el cartero se lo creyó...
ResponderEliminarSuerte
J.
Después del desastre en la piel del orgullo, sólo quedan las heridas de todos los tiempos.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
pero qué genial es esa foto!
ResponderEliminarMe gusta la idea, pero yo diría todas las verdades no sea que un día se pierda alguna entre las sábanas. Cualquiera de ellas podría cambiarlo todo, ya sabes.
ResponderEliminarUn beso.
Todos deberíamos de dosificar las verdades. El mundo es demasiado aborrecible si no hay misterios de por medio.
ResponderEliminarUn beso, preciosa.
(todo el mundo no, yo no lo sabia. Y me encanta).
ResponderEliminarSalomé, que te nos duermes. Vuelve.
ResponderEliminaresa verdad hubiese estado mejor en la cama :)
ResponderEliminar¿Y la verdad del cartero fue decirte que no había cartas para usted?
ResponderEliminarQue los monstruos de debajo de su cama en realidad tienen miedo a lo que hay allí fuera.
Debajo de las camas están nuestros engendros.
ResponderEliminarAbrz.
What a great shot.
ResponderEliminarLove your blog,
Rick